Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Todos los miércoles a partir de las seis y media de la tarde y los sábados desde las nueve de la mañana nos encontramos en una amena conversación sobre distintos asuntos relacionados con la historia vegabajeña. La agenda es un misterio, en la generalidad de las ocasiones. Pero siempre nos quedamos cortos de tiempo porque hay un mundo de temas e información interesante.
Anoche nos reunimos como de costumbre. Comenzamos con humor y seriedad a hablar de lo que se nos ocurría y de planes para el futuro, porque la Escuela de la Historia Vegabajeña está y estará en continua evolución. Lo que nos interesa y motiva, eso hacemos.
Bajo el proyecto Vamos a Leer, algunos de los compañeros que se habían llevado libros de la Biblioteca Héctor Figueroa Casanova compartieron sus hallazgos con nosotros, como en las últimas dos ocasiones. El Dr. José Manuel Portela Suárez, quien también nos obsequió con unos sabrosos sándwiches de pollo, opinó sobre el libro de Luis Mayoral, Igor de las Américas. Coincidimos en que su contenido deja algunos aspectos importantes de la interacción personal del jugador vegabajeño Juan (Igor) González que son importantes para entender su extraordinario desempeño en el béisbol, pero tal vez cuando se escribió no se conocía el resto de la gloriosa historia y del impacto que ha tenido en todo el mundo.

Dulce Acevedo
Dulce Acevedo brindó un resúmen del libro de Priscilla Rosario Medina, Trina Padilla de Sanz, La Hija del Caribe. La famosa escritora puertorriqueña nació en Vega Baja, hija del prócer José Gualberto Padilla y estuvo casada con un español de apellido Sanz que trabajaba en la Aduana de Arecibo hasta el cambio de soberanía en 1898. Doña Trina fue una gran poeta, maestra de música, feminista y reconocida como un ser inspirador para las generaciones que compartió y los que le sucedieron. Otra compañera de la escuela, Jeanette Flores, coincidentalmente aporta en el día de hoy con una fotohistoria de la Casa de Trina Padilla en Arecibo.

Jorge Edgardo Pabón
Edgardo Pabón nos dió un banquete por partida doble. Nos trajo un slide show de su experiencia en el Festival de la Caña de Hatillo, del cual hemos publicado un extracto como fotohistoria y un resúmen del libro del vegabajeño José Luis Colón González sobre la Caribe China. Para su participación trajo unas muestras de unos bellos platos y una taza hechas por la industria que tuvo Vega Baja desde 1949 hasta 1976 y explicó, con ejemplos, cómo determinar el año y el trimestre en que las piezas se hicieron, de conformidad a unos códigos al reverso de cada unidad.
Albert Miranda, por medio de su esposa, la abogada Limaris Reyes, nos ilustró sobre el libro

Albert y Limaris
“Las Pictografías de la Cueva Maldita” del antropólogo Ovidio Dávila, el cual fue auspiciado y producido por la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas “SEBUCO”, que fue creada precisamente hace cuatro décadas. Habló de su contenido y motivó comentarios de interés de los demás.
Resumir lo que hacemos y disfrutamos cada vez que nos reunimos es difícil de describir. Todos los presentes son personas nobles, gente desinteresada que aporta su tiempo para perpetuar nuestra historia. Hacen sus propias investigaciones, lecturas y nos dan su conocimiento para compartirlo y difundirlo.
Categorías:Historias
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