Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Antes de que existiera la Escuela de la Historia Vegabajeña, creamos los Investigadores de la Historia Vegabajeña. Un grupo de vegabajeños, de distintas profesiones u ocupaciones, comenzamos desde fines de 2013 a reunirnos para hablar de temas históricos. Los más fervorosos fueron los fotohistoriadores, nombre que tomamos del aire para denominar a aquellos aficionados de la fotografía que estaban interesados en conocer sobre la profesión del fotógrafo y muy especialmente en cómo mi padre creó una colección de siete décadas de trabajo fotográfico combinado con la historia vegabajeña.
En tres años nos hemos diversificado. Hay varios grupos y personas individuales trabajando en la historia de Vega Baja de distintas maneras. Tenemos comunicación con investigadores de nuestro patio y de otros lugares en Puerto Rico y Estados Unidos. Es un buen momento para todos, porque de alguna manera trabaja el estímulo colectivo sobre el individual y se logran resultados maravillosos.
Cada cual tiene una percepción de lo que se debe hacer para divulgar la historia vegabajeña. Y todos tienen razón, mientras se mantengan en el interés de investigar, educar y publicar, que son los tres principios de nuestra entidad.
Investigar es fundamental para recopilar evidencia y edificar una verdad basamentada en hechos verídicos. Ese nivel permitirá que nos identifiquemos con el escrito o trabajo y nos brinde el sentido de pertenencia que debemos lograr en cada experiencia con la historia. La pertenencia da permanencia.
Educar es buscar continuidad. Pasar el conocimiento a otra persona es un acto de generosidad y humanidad de alto valor. Publicitarlo o publicarlo es la joya de la corona porque es compartir con todos, aun la gente que no se conoce personalmente.
Tres principios es nuestra misión. No es trabajoso ni aburrido ser investigador. Es una experiencia para apagar la curiosidad y la ansiedad de saber y conocer.
Categorías:Análisis
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