Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Hace pocos años, Omar Brull me invitó a la casa de Don Manuel Vega en la colindancia entre Vega Baja y Manatí a celebrar uno de los cumpleaños de Don Manuel Vega. Ese anciano de poca estatura tenía una fuerza energética tremenda. En el frente de su casa estaba el parque de pelota dedicado a su hijo Felito, una gloria del béisbol vegabajeño y puertorriqueño.
Ese día nos acompañaron sus hijos. Estaba el Profesor Elmer Gautier y nos guió en oración y con un mensaje hermoso el Reverendo Millito Licier.
Me sorprendió la claridad mental de Don Manuel y que a su edad aun dedicaba tiempo para que el parque estuviera en buen estado.
No me sorprende su muerte porque había alcanzado una longevidad admirable. Vio morir a parte de su progenie, con el dolor que eso conlleva.
Descanse en paz Don Manuel.
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