
Gastón Berthinet Jiménez con nuestra compañera Investigadora Bethzaida García
Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
9 de julio de 2016
Esta mañana estuve conversando con mi compañero y amigo Gastón Berthinet Jiménez. El llegó a la Escuela de la Historia Vegabajeña buscando la genealogía de su familia pero se ha integrado voluntariamente a la búsqueda de la historia más allá de su sangre.
Cualquier tema es cómodo para Gastón. El conoce del Campamento Tortuguero, de agricultura, negocios comerciales y hasta tiene una sed continua por aprender lo que no sabe. Pero no estoy hablando de una persona menor que yo, que ya soy viejo oficialmente de acuerdo a las filas del gobierno, los teatros y el Seguro Social. El no tiene edad para ser mi padre, pero tiene suficiente edad, aunque no lo parezca, para hacerme historias de tiempos y escenarios que no he vivido ni me han contado antes.
Los historiadores dependemos de muchas fuentes diversas. Una de ellas es el diálogo y las tertulias. El conversar aclara dudas que nacen de la lectura de documentos y de conversaciones con otras personas y ponen los elementos que faltan al buscar el pasado.
Gastón tiene el elemento de la intensidad, lo que da brillo a lo que nos está dejando. Y tiene un buen humor, que nos motiva a preguntarle más, sobre todo lo que sabe.
Tenemos que preguntarle a los mayores. Ellos tienen un caudal de vínculos que pueden ser eslabones que después nos faltan al historiar. Los antepasados de nuestros antepasados comunicaban la vida y las experiencias que habían tenido con la tradición oral o sus testimonios personales. Y al morir, dejaban muchos documentos que enriquecían esas vivencias, los cuales a veces terminaban en la basura porque por ignorancia se pensaba que no servían.
Gastón vino a enriquecer nuestra Escuela de la Historia Vegabajeña porque cumple participando y aportando sus conocimientos y medios para obtener el conocimiento de otros, al servicio de nuestra institución.
Categorías:Historias
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