Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Por diez años hemos ido exponiendo nuestro criterio sobre lo que debe ser las características de un alcalde para nuestro pueblo. En esta propuesta no está implicado lo que pudiera definir a los tres candidatos actuales, sólo es un ejercicio genérico que podamos utilizar como guía para que los vegabajeños puedan escoger a la persona ideal y contratar por cuatro años en cualquier época.
Sabiendo que nadie es perfecto, la suma de virtudes y valores hace que se pueda reducir el grado de riesgo de que se elija a una persona que no tenga el conocimiento, las destrezas ni el carisma para dirigir nuestra ciudad.
Es importante, en primer lugar, que el candidato a alcalde tenga algún grado previo de liderato reconocido en la ciudad. Dirigir instituciones sociales, por ejemplo, ayuda a que la persona pueda ejercitarse en la interacción con los ciudadanos y crear grupos de participación para el beneficio educativo, recreativo, deportivo, religioso o de distintas otras clases.
Debe ser una persona de buena conducta moral y carácter. Es importante cómo trata a los demás y como maneja situaciones múltiples especialmente en momentos de estrés.
En el candidato debe haber experiencia política y administrativa. La experiencia política sirve para anticipar o reaccionar a situaciones usuales y hasta las difíciles. La administrativa permite conocer cómo se tratan a los distintos grupos de trabajadores, las leyes, reglamentos y los procedimientos, el gobierno municipal por dentro y por fuera.
Es estos tiempos, es deseable que tenga estudios universitarios y haber ejercitado alguna profesión u ocupación de forma constante y responsable antes de su aspiración. Debe haber cumplido con sus obligaciones tributarias y deudas personales. Debe demostrar una estabilidad económica personal y familiar y no haber estado envuelto en situaciones de cobro de dinero por faltar a los compromisos financieros.
Por último, el candidato debe ser una persona con compromiso. Debe tener como su norte el vegabajeñismo , que siginifica guiarse por la especifidad de lo que concierne a nuestras necesidades particulares y no las genéricas de Puerto Rico y del mundo, porque su principal función es con su pueblo y su gente.
Categorías:Análisis, Vegabajeñismo
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