Por Esmirna Vega

Esta soy yo acá, mi opinión.  o puedo llamar héroe a un hombre que ha matado cientos de personas por amor al poder. Un hombre que creó división entre las familias, que ocasionó terror dentro de su pueblo y mató y torturó a todo el que no pensaba como él.

El simple hecho de decir algo en contra de su gobierno, era causa de arresto y hasta de pena de muerte. No puede ser héroe un ser que ni su propia sangre consideró, pues mató a sus propios familiares por ser distinto a él. Sí logró mucho, sí alcanzó lo que anhelaba, pero todo a cuenta de la sangre de su propia raza.

Conocí muchos cubanos que no podían hablar con sus familiares por miedo a que los mataran. Y la excusa más grande que he visto es que Estados Unidos también hacen cosas similares. Pero yo puedo visitar o irme a vivir a Estados Unidos, hablar pestes del presidente y no por eso me van ha arrestar. Puedo escribir un blog criticando fuertemente el gobierno americano y nada sucederá. Puedo comprar la comida que necesite y viajar para todas partes sin restricción alguna, nada de eso pueden hacer nuestros hermanos cubanos.

Otra observación que he hecho es que la gente está mezclando el ideal de la independencia con la dictaduría tirana. Todos los países de América Latina son independientes, no obstante, Cuba y Venezuela están viviendo en dictaduría y eso no debería ser así.

Pienso y medito, no le tengo miedo a la independencia (aunque obviamente prefiero la estadidad). Le tengo miedo a los líderes que tenemos del partido Independentista que justifican y aplauden la dictaduría y la tiranía del ya fallecido ex Comandante Fidel Castro. Temo a quienes aman la violencia y los genocidios contra su propia gente para obtener sus objetivos. Me da pavor pensar que nos puedan liderar personas que aman la hambruna y la miseria por encima con tal de ver realizado sus ambiciones.

Hoy mismo estuve dialogando con un buen amigo independentista, para mi fue un gran alivio escuchar sus palabras. Su pensar hacia la independencia está muy lejos de crear un Puerto Rico oprimido por la dictaduría. Pero muchos confunden una cosa con la otra. Respeto a todos los que piensen distinto a mi, admiro a quienes defienden su ideal con todo. Pero me cuesta entender la admiración de muchos hacia quienes trajeron tristeza, dolor y atrasos a una nación.

Por otra parte, no me alegro de la muerte del señor Castro. Creo que tiene familia y amigos que le amaron y están llorando su pérdida. Creo que es una persona por quien Cristo también murió para salvar. Pero tampoco juzgo a quienes han llorado lágrimas amargas por lo que él les ha hecho pasar y en estos momentos sienten respiro al sentir que su sufrimiento tiene esperanzas de detenerse. No soy cubana, no puedo hablar por ellos. No puedo criticarlos ni condenarlos. Puedo orar por la familia y amigos del fallecido. Como también puedo pedir a ese Padre Celestial por la sanidad de quienes han sido heridos por el gobierno más opresor de la historia latinoamericana.