Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Inequívocamente, por virtud del reglamento del Salón de la Fama del Deporte Vega Baja, Inc, desde anoche a las doce de la madrugada, tenemos un nuevo presidente de nuestra entidad. En realidad es femenina y es una mujer extraordinariamente dedicada, buena de carácter, inteligente y deportista.
Desde que estoy esta organización no recuerdo una actividad en que Carmen Otero no fuera parte fundamental. Ella no habla mucho, pero hace demasiado. Y tiene su hermana, su hija y otras personas que como ella, voluntariamente, realiza muchas labores, no solamente deportivas, sino cívicas y artesanales.
Carmen es la vicepresidenta de la corporación que nos une en nuestra misión. Tenemos tanto aprecio mutuo que ella votó por mi y yo por ella en la elección y tuvimos que ir a una segunda y tercera ronda. Todos la queremos sinceramente porque siempre tiene ideas realizables. Es la experta en los detalles, cualidad que yo, por lo menos, no tengo.
Yo ni idea tengo de cuándo terminaba mi función de Presidente. Pero soy un poco alérgico al poder y les había manifestado a mis compañeros mi deseo de regresar a hacer otras cosas sin que estuviera necesariamente implicado ser el representante obligado de toda actividad. Además, más que una vicepresidenta, Carmen fue una copresidenta.La que está siempre ahí para lo que sea.
Ya le había informado por escrito a Mily Navedo, la Secretaria, de mi intención de terminar por dimisión mi cargo de Presidente, a la entrega de la recepción en la VegabajeñaCoop el día de la Exaltación. Ella me pidió que no lo informara públicamente y así lo hice. Como soldado de fila, también he puesto mi cargo de director para que sea sustituido por la Junta Directiva cuando sea menester para cumplir con el Reglamento que existía al momento en que fui reclutado al servicio de la institución. Yo vine por tres años y llevo cinco.
No es importante que yo me vaya. Para mi es importante la que se queda y los que la acompañan. Es una persona auténtica, que todos respetamos y que junto a esa dínamo que se llama Mily Navedo y los compañeros varones tan serviciales, pueden continuar haciendo crecer a la institución. Tampoco es que me voy de un todo. Uno queda vinculado por el compromiso moral y el deseo de que la historia deportiva continúe escribiéndose, compartiéndose y divulgándose.
La nueva presidenta y la Junta Directiva habrán de trazar el camino futuro del Salón de la Fama del Deporte Vega Baja Melao Melao. Yo le auguro mucho éxito, porque son una curia de personas celosas de su misión.
Categorías:Análisis, Vegabajeñismo
Deja un comentario