Miembros de la rama ejecutiva, la legislativa y pasados funcionarios estuvieron presentes

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

En la noche del viernes, supimos que varios funcionarios públicos de la administración municipal se quejaron de que no habían recibido invitación personal para las actividades del Salón de la Fama del Deporte y decidieron no venir. En medio de las urgencias de última hora, enviamos mensajes electrónicos de disculpa, Mily Navedo fue personalmente a entregar las invitaciones   y a reiterar su presencia con los funcionarios que pudo encontrar en el Gastronómico. En la actividad del Teatro América, comencé mi mensaje precisamente reiterando el error cometido, entre los presentes.

Por mi experiencia de cuatro años en las exaltaciones, sabemos que siempre hay personas que sienten que no han sido atendidas con deferencia porque no han sido invitadas personalmente, le hemos notificado tarde o no las hemos ido a visitar para contar con ellos.

Todo nuestro trabajo es voluntario, nadie nos paga por las horas que compartimos en esta tarea y generalmente nuestros esfuerzos son insuficientes para darle publicidad externa e interna a las exaltaciones. Nos ven la cara amable y alegre, pero detrás hay a veces situaciones de inconformidad con las que tenemos que lidiar y emplear más energía de la positiva que albergamos. La mayor parte de los miembros de la Junta de Directores tuvimos que trabajar casi a tiempo completo de nuestras vidas y durante nueve meses para poder realizar la culminación de nuestra gestión que consiste en la Exaltación en el Teatro América y la recepción, este año, en el Salón de Convenciones de la VegabajeñaCoop.

No obstante,  el compromiso personal de nuestros directores con los deportistas vegabajeños y la historia es uno indubitado. Pasamos por encima de críticas injustas y de juicios caprichosos y seguimos haciendo lo que tenemos que hacer. Ni la indiferencia, negligencia o intención de hacernos sentir insuficientes o ponernos en situaciones difíciles menoscaban nuestro interés ni nuestra manera de ver y actuar sobre las cosas. No sabemos si hubo sabotaje en algunos aspectos en que no recibimos la cordialidad ni algunos detalles que usualmente estaban presentes y si la ausencia de algunos de los quejosos continuó como un chisme provocado por la falta de un compromiso genuino.

Nuestra actividad, a pesar de ser una forjada con la absoluta y decidida cooperación municipal no apareció en el calendario del Gobierno Municipal donde nos hemos acostumbrado a verla. Hasta donde sé, esa fue una omisión desafortunada que no tuvo ninguna intención que un olvido involuntario, según nos hemos percatado. Comoquiera, era una invitación pública para los que se identificaran y tuvieran interés en el vegabajeñismo deportivo. Los que fueron, eran los que debían estar y le damos las más expresivas gracias por los que se allegaron. Tuvimos limitaciones, pero cumplimos nuestra misión. Solo sentimos por el que no pudo venir, queriendo hacerlo. A los demás, respetamos su derecho de no quererlo.

Es nuestra mejor fortuna continuar caminando entre abrojos, porque estamos seguros de la ruta. Puedo decir con certeza, que el Alcalde Marcos Cruz continuó su trayectoria de apoyo indubitado, continuo y perfecto, así como Ana Avilés, el Secretario Municipal, Eduardo Marrero y Rafael Figueroa Gaetán, Director de Recreación y Deportes. La Secretaria de la Legislatura Municipal, Rochelly Rivera y el personal de la rama legislativa, así como la oficina del Alcalde,  también nos facilitaron el trabajo. A otros les haremos los reconocimientos públicos y privados porque hay que ser agradecido con la gente desprendida que va más allá de su deber y no lastima el vínculo con su pueblo con pequeñeces triviales.

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