A las seis de la mañana| Dos días de reflexión

Por Thomas Jimmy Rosario Martínezlogo-ehv-diario-vegabajeno-de-puerto-rico-small

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Los días de Año Viejo y Año Nuevo son dos días de reflexión. Hay quien piensa en la fiesta y la tradición, cada día más estadounidense que puertorriqueñas, pero en la utilidad práctica de la vida debe ser 48 horas de pasar balance de lo acontecido y hacer nuevos planes de vida. En lo individual lo haremos. En lo colectivo, como vegabajeños, también lo debemos hacer.

Vega Baja es un pueblo afortunado en el mundo. Tenemos unos gobiernos de ley y órden, no hay pobreza extrema y hay una salud bastante bien atendida. Nos quejamos pero seguimos viviendo, luchando por la vida, pero con tiempo y oportunidad para vivir  igual o con mejor calidad que los demás ciudadanos de otras naciones.

2016 fue un año de noticias agradables, decepciones y de sucesos. El pueblo reafirmó su gobierno municipal de una manera más determinante que cuando sólo era una promesa en 2012. Calificó la realidad de cuatro años de ejecución mejor que la oferta del otro partido principal. Pero también rechazó la oferta  para continuar el gobierno central, a pesar de que era del mismo partido que el municipal.Unos gobernaron de una manera, los otros de otra.

Esa es la mejor noticia que ha ocurrido en nuestra ciudad. El pueblo ha demostrado que tiene criterio y sabiduría y que al seleccionar, es sabio. Era lógico pensar que continuar con un gobierno municipal ordenado y responsable, que nos da confianza y servicios sin escándalos de corrupción ni dudas sobre sus ejecutorias, había que continuarlo. Y tan contundente y generalizado fue el mensaje, que no hubo un rincón electoral local que no fuera consistente con los resultados.

Como consecuencia de ese evento y del triunfo del Partido Nuevo Progresista en el nivel central de gobernación y legislatura,  podemos anticipar problemas de comunicación y de solución a nuestros problemas locales en el futuro. En el pasado, el Partido Nuevo Progresista ha facilitado mini-alcaldías con personal pagado o subsidiado para velar políticamente el gobierno municipal y trabajar la política partidista de la próxima elección. Permita Dios que esas ideas de control no salgan de la mente de los políticos corruptos, porque esa es una forma de espionaje político que puede tener cnsecuencias.

Afortunadamente, hombres y mujeres en la política y fuera de ella, que pertenecen a nuestra ciudad, ostentan posiciones de liderato que pueden hacer posible que no se de el fenómemo de discriminación hacia nuestra ciudad. Puedo mencionar algunos como los licenciados Erick Rolón, Ramón Rosario Cortés, Alejandro Torres Rivera y Manuel Pabón y el Dr. Victor Ramos. También hay que contar con el Dr. José Vargas Vidot, quien no tiene reservas en defender lo nuestro como lo ha hecho en el pasado con los afectados por la drogadicción en nuestra ciudad.

De la misma manera que podemos prevenir el incursionismo político de afuera hacia adentro, tenemos que hacerlo en las entrañas de nuestro gobierno municipal. El criterio de que se sea un popular de la mata, útil y activo especialmente en las elecciones, no puede ser un criterio de selección o de promoción para el servicio públic, porque termina siendo un servicio privado de intereses politiqueros. Si se quiere seguir construyendo un mejor gobierno municipal, tiene que parar también el criterio del parentesco, aunque no sea ilegal, porque a la larga, los parientes encubren por lógica los errores de los suyos. Y en lo que sabemos, hay mucho de ambas debilidades dentro de los residuos de la política continua que tuvimos en el espacio de sesenta y cuatro años de hegemonía popular en Vega Baja.

El Partido Nuevo Progresista mirará las posibilidades de 2020 y de seguro alguien que se equipare o supere las expectativas populares y del pueblo con Marcos Cruz habrá de ser presentado para el juicio electoral. Eso debe servir de estímulo al actual incumbente, sabiendo que el poder en las democracias tiene un punto de comienzo y otro de final,  que  ha ejercitado prudentemente y con un juicio paternalista y responsable hacia todos nosotros.

Nos vemos el año que viene.



Categorías:Análisis, Vegabajeñismo

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