Félix Verdejo ganó la oportunidad de ir por el título mundial de las 135 libras de la OMB al vencer al nicaragüense Oliver Flores 3 de febrero del 2017
Felix Verdejo lanza un recto sobre Oliver Flores. >Josian E. Bruno /EL VOCERO
Por Carlos Narváez Rosario, EL VOCERO
El boricua Félix ‘El Diamante’ Verdejo no pudo cobrarle a Oliver Flores como hubiera querido, las cuatro veces que subió a la báscula para dejar a un lado un exceso de dos onzas en el pesaje oficial.
Flores vapuleó a Verdejo, y en los últimos asaltos amenazó con darle una dosis de cloroformo, pero el boricua terminó con una victoria por decisión unánime –que aunque muy deslucida- lo convirtió en el retador mandatorio a la corona ligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Los tres jueces vieron dominar a Verdejo con tarjetas de 99-91, 96-94 y 98-92, en un combate celebrado en el Coliseo Roberto Clemente de Hato Rey ante una asistencia aproximada de 6,143 fanáticos, que habían quedado muy satisfechos por la actuación en la antesala de Christopher ‘Pitufo’ Díaz, pero que quedaron sorprendidos por el desempeño del carismático púgil.
Verdejo, que llegó con una inactividad de siete meses, deberá espera ahora por el ganador del choque entre el actual campeón Terry Flanagan y el retador Pert Petrov pautado para el 8 de abril, para saber a quien de ambos enfrentará en el mes de junio en el Madison Square Garden de Nueva York.
Con la victoria Verdejo mantuvo invicto y lo mejoró a 23-0 y 16KO’s, mientras que Flores vio caer su foja a 27-3-2 y 17 anestesiados. Fue la primera victoria del puertorriqueño que venía de un accidente de motocicleta el pasado mes de agosto en el que sufrió serias lesiones.
Nuevamente, el joven exolímpico se vio fuera de distancia y falló un gran número de sus ataques.
“Fue una buena prueba luego de una inactividad de ocho meses. Pero un campeón se levanta cuando recibe un buen palo”, expresó Verdejo. “Sentí las manos de Oliver Flores. En el noveno asalto, se me fueron un poco las piernas y seguí peleando como estábamos peleando. Flores es un peleador incómodo. Un zurdo incómodo. Fallé muchos golpes, pero se trata de mejorar poco a poco”, indicó.
El oriundo del Residencial Las Gladiolas, mantuvo a distancia a Flores en el primer asalto haciendo uso del ‘jab’ de izquierda en lo que fue mas bien un segmento de estudio del puertorriqueño que comenzaba a verse fuera de distancia.
En el segundo, Flores presionó y entró algunas derechas. También hizo fallar varias veces a Verdejo que no tuvo éxito en sus largos golpes de úper iniciales.
Verdejo lució más determinado en el tercero, pero sus golpes no llegaron a la humanidad de Flores quien sí aprovechó un momento para acertar una combinación de uno dos.
No fue hasta los 15 segundos finales de ese asalto en los que Félix pareció encontrarse sobre el cuadrilátero al acertar un recto de izquierda y un gancho.
En la apertura del cuarto, Verdejo entabló de inmediato una ofensiva –algo desorganizada- en donde llevaba por fugaces momentos la ventaja.
Flores, un peleador zurdo, utilizó su ventaja en el quinto para enredar a un Verdejo que más tarde en el sexto vino a conectar su primer golpe sólida, una derecha al mentón.
Cerrando el asalto, la ausencia de reacción de Verdejo, hizo que la afición comenzara a lanzar abucheos y a replicar en ocasiones el nombre de ‘Pifuto’, quien había encendido a la afición en el choque anterior.
“En el seis, Ricky Márquez (entrenador) me dijo que peleara. Creo que no fue una actuación gratificante, pero llevé ocho meses fuera del cuadrilátero”, sostuvo Verdejo.
En el séptimo, Verdejo aterrizó dos rectos de derecha y más tarde Flores tomó un aire de confianza que nuevamente hizo retroceder al local.
En el octavo, por primera vez la fanaticada buscó animar a Verdejo, pero eso fue gasolina para Flores que lo conectó con la derecha lastimando malamente al boricua, y cortándolo en el rostro. Recibió unas cinco zurdas seguidas.
Flores mantuvo su plan en el noveno y en un avance fue conectado al cuerpo. Ya en el décimo, y con los casi seis mil fanáticos de pie, Flores atacó a sus anchas a Verdejo y este al agarrarlo cayó con él a la lona.
Flores lanzó volados y Verdejo no tuvo riposta. El cansancio fue mucho y Verdejo peleó en retroceso. El centroamericano trató de cazarlo, pero el boricua fue una liebre sobre el ring hasta el campanazo final.
Categorías:Historias, Vegabajeñismo
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