Gastronómico en la Plaza, como debe ser…

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Por Thomas Jimmy Rosario Martínezlogo-ehv-diario-vegabajeno-de-puerto-rico-small

El alcalde, en su pasado discurso del estado del municipio, dijo que a veces no me entendía. Yo entiendo que no me entienda, porque lo mismo me pasa con él. A veces nuestro alcalde no explica lo suficiente y por más que quisiéramos compartir sus buenos deseos como un vegabajeño que quiere lo mejor para su pueblo, no alcanzamos a percibir su intención.

El Gastronómico se creó para el casco del pueblo. Se trasladó a la playa y a otros lugares mientras se reconstruía la Plaza. Esta se inauguró, pero se omitió el paso de regreso. Nos había dicho que la iban a confinar a uno de los pisos del estacionamiento municipal y la idea ha vuelto, pero no se ha explicado.

Seguir promoviendo la playa como un destino seguro es un acto de negligencia. La Playa está contaminada. Tiene bacterias de manera permanente que provienen de muchas fuentes que no han sido eliminadas aun y que recurrentemente llegarán de descargas por el Río Cibuco cuando llueva y por las aguas pluviales y los pozos muros. Cuando se torna peligroso el asunto, lo anuncian por el sistema de monitoreo estatal.

La anterior administración municipal de Edgar Santana quiso tapar el problema negando la legitimidad del muestreo que se realizaba en la administración de Aníbal Acevedo Vilá porque decía que era politiquería. Incluso informó que iba a ordenar muestreo local para probar que las aguas de la Playa Puerto Nuevo eran seguras. Pero no lo son. La dificultad de conseguir Bandera Azul bajo el programa internacional tiene que ver con eso.

Por otra parte, la Playa de Puerto Nuevo se nos agota por el exceso de uso. Y si la intención es atraer gente más allá de los vegabajeños, flaco servicio se hace a los residentes de nuestra ciudad. Esto no es la primera vez que lo digo ni será la última. El que no la quiera entender, que siga creyendo otra cosa. Tener el poder no significa tener la razón. No tenemos que tener el poder, pero podemos compartir la razón.

Llevar el Gastronómico a otros lugares, especialmente al propuesto de un espacio cerrado en un estacionamiento, es un acto de temeridad cuando no se le explica al pueblo porqué se hace ese disparate, porque el mismo implica peligros. Si se quiere dar uso a una estructura inútil, no debe hacerse en un edificio disfuncional que no fue construído para eso ni para los propósitos de la actividad, como fue concebida por esta misma administración municipal.

Y volver a la Playa Puerto Nuevo es como un acto de la época de Hitler, cuando convocaba a las masas para que escucharan al Fuhrer a decir sus babosadas y dar la impresión de perfección que nunca tuvo el deslumbrante régimen Nazi.

Que conste, que nunca he dudado de la capacidad del alcalde Marcos Cruz Molina y que la tierna crítica siempre la hago en el mejor interés de que me entienda y que pueda ver un panorama más amplio de posibilidades, para mejorar nuestra ciudad en todos sus aspectos.



Categorías:Análisis, Historias, Vegabajeñismo

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