Por Thomas Jimmy Rosario MartínezFotos por Robert Rivera
El Centro Cutural de Vega Baja fue fundado hace cerca de 60 años por varios vegabajeños con la ayuda del Instituto de Cultura Puertorriqueña. De aquellos pioneros no sabemos mucho porque han sido olvidados por errores en asociación con la política. Ningun edificio ni calle lleva los nombres de Agustín Alvarez Rodríguez ni de Sergio Silva Izquierdo. De hecho, el nombre que lleva de la gloriosa vegabajeña Carmen Rivera de Alvarado, no era el apropiado para el Centro y se seleccionó más por su lucha independentista que por su aportación cultural en Vega Baja.
Mi crítica principal a través de los años es que grupos políticos en ocasiones han hecho de esa institución una elitista, con propósitos ajenos al interés primario, que debe ser la cultural, por encima de toda otra consideración idealista. Vega Baja, como Puerto Rico, nos pertenece a todos. Si se secuestra la cultura para ganar capital político, inmediatamente los que la cultivan son menos y el aprecio parcial nos produce merma en participación y en patrocinio. No es una fórmula afortunada de calidad ni cantidad. Cuando hay política institucional, todos perdemos.
La actual directiva del Centro Cultural de Vega Baja, presidida por la dinámica Dominga Estrella, ha realizado varias actividades durante su incumbencia, pero el conjunto que presentó el pasado domingo es memorable y digno de recordar para siempre. El Día Cultural puede no haber ganado récords de asistencia, pero ha sembrado posibilidades para el futuro y un hito para la historia.
Las varias actividades como Circo Nacional, el espectáculo de Mario Donate y sus títeres, la clase del baile de bomba y el establecimiento de Libros Libres constituye una planificación inteligente de siembra de cultura a corto y permanente término. Traer un vegabajeño como Mario y sus descendientes, quien ha sido reconocido fuera de nuestra ciudad más que en la nuestra a recrear una obra literaria de otra vegabajeña es un acertado comienzo que debe continuarse haciendo. Estimular la lectura con el proyecto de intercambio de libros, en un lugar tan acertado y preparado con tan buen gusto, es también sembrar la cultura y obtener cultivos.
Creo que con ese Día Cultural debe repetirse e institucionalizarse con la misma fórmula creativa. Felicito a la Junta Directiva por haber tenido ese logro y al Gobierno Municipal de Vega Baja por su acertado apoyo.
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