
Por su hijo, Norberto Otero Hernández
Gracias DIOS por la vida, por darnos la oportunidad de poder pasar a la Vida Eterna y por la Bendición de podernos perpetuar en nuestras semillas. PAPI … lo hiciste bien, aquí tus Cenizas, que inmolado por el fuego pasaste a ser Lumbrera de lo que con nosotros viviste y luz de lo que viviremos por tí, en honor a tus enseñanzas. Bendición. Al fondo…Gary y Yo, antes de cantarte nuestra última canción, también tu orgullo, tus hijos músicos. Jesús David Otero Hernández, de brazos con mami (tu Amada Esposa) mientras te rendíamos esos honores. Descansa en Paz…Te lo ganaste.
Categorías:Historias, Vegabajeñismo
Deja un comentario