
Por Maray Bonilla
Ayer me detuve en un semáforo en mi pueblo y se me acercó un muchacho jovencito, de forma muy amable, a pedirme dinero.
Bajé el cristal y mientras buscaba en mi alcancía empezó a hablarme. Le dije : tu no eres de Vega Baja, ¿verdad? Me contestó : No, soy de Hatillo.
Le respondí : Y desde Hatillo tu viniste a parar aqui ? Me contesto : Estoy aquí , porque en su pueblo NADIE me deja morirme de hambre. Siempre me ayudan. Me dan dinero, comida, y hasta ropa. Cambió el semáforo y me despedí de él .
Me quedé pensando en la bondad y solidaridad que SIEMPRE ha caracterizado mi pueblo.
Y una vez mas .. me sentí orgullosa de que mi sangre sea de Melao Melao.. una persona sin hogar.. me lo recordó !
Categorías:Historias, Vegabajeñismo
Asi somos….estas muy correcta en lo que has dicho, la caridad es parte del equipaje que traemos a este mundo y hay que usarla, es parte del verdadero evangelio.