Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Examinando documentos históricos del Archivo Municipal de Vega Baja a principios de la década de 1970, encontré una carta del recién llegado alcalde de Vega Baja elegido en 1940, Angel Sandín Martínez. En la misma, a preguntas de un funcionario federal, él contestaba preguntas previas de otra misiva oficial y ofrecía detalles de su vida y de su propia historia.

En la edición 28 del semanario Taino escribí el primer intento de biografía sobre Don Angel Sandín Martínez, hace cerca de 44 años. Anoche en la clase semanal de la Escuela de la Historia Vegabajeña, fue nuestro tema. Pude, pues,  revivir la emoción que me causó entonces conocer de esa gran figura vegabajeña.

En aquel escrito comencé con una verdad histórica que ya se ha superado, cuando afirmé que él había sido el alcalde que por más tiempo había ocupado la alcaldía de Vega Baja, habiendo ganado cinco elecciones para un total de 17 años en el poder. Todos sabemos que Luis Meléndez Cano estuvo 32 años continuos como primer ejecutivo vegabajeño, duplicando su tiempo de incumbencia.

Antes de Don Angel estuvo como su alcalde su primo y compañero de la Asamblea Constituyente, el socialista Ramiro Martínez Sandín. Desde Sandín Martínez hasta Luis Meléndez Cano tuvimos alcaldes del Partido Popular en forma continua por 64 años y 71 en forma discontinua, aproximadamente. El fue el alcalde durante los años terribles de la Segunda Guerra Mundial, periodo de escasez en Puerto Rico. A la par que su obligación, mantuvo abierto comercio de panadería que se ubicaba en el edificio donde residía en la Calle Betances hasta la Calle Baldorioty. Aun se conserva de ese negocio, un horno, en el edificio Suárez-Sandín.

Fue el primer vegabajeño que izó la bandera de Puerto Rico en Vega Baja, una vez fue declarada enseña oficial. Fue tenedor de libros, educador y Secretario de la Asamblea Municipal de Vega Baja antes de ser alcalde. La Escuela Intermedia Urbana, al igual que una calle de la Comunidad Amadeo y la Comunidad Sandín, llevan su nombre, en recuerdo del alcalde diligente, respetado y querido que fue.

Estaba casado con Manuela Martínez Storer. Procreó hijas. Su descendencia tiene semillas regadas por Puerto Rico. Una vez inicié la búsqueda de la historia de este gran vegabajeño, mi hijo consiguió varios documentos en los archivos de Washington mientras residía allí y mi padre hizo un trabajo de recopilación que se encuentra grabado en formato digital. Anoche, la poeta e investigadora de la historia, Violeta Landrón, me informó que tiene fotos de su sepelio.

Jose Manuel Portela lo recuerda muy bien pues residía frente a su casa, donde es hoy día Casa Portela. También hay un escrito del historiador Luis de la Rosa Martínez.

Su historia hay que retomarla, porque fue un ejemplo de buena administración, de dedicación y de continua búsqueda de recursos en tiempos difíciles. También fue un político pasivo que tuvo logros tan continuos que dejó un legado ejemplar, haciendo bien, que no podemos olvidar.

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