Por Esmirna Vega
Hace unas semanas llevé a mi bebé al dentista para una limpieza. Tuve que llevar dinero extra para pagar la consulta privada porque hacía siete meses lo había llevado a otro dentista y según me notificaron, la reforma paga la visita inicial una vez al año. Realmente no comprendí mucho, ya que la limpieza se hace cada seis meses y lo llevé a los siete. Por esa razón tuve que cambiar la cita para la próxima semana.
No me quejo por el trato, fueron excelentes profesionales y atendieron a mi hijo con mucha paciencia y amor. Me explicaron cada detalle sin titubear. A pesar que mi chico estaba desesperado y gritando (no tiene ni dos años), sentí gran alivio de ver tanto cuidado de parte del personal.
No obstante, semana y media después noto que uno de sus dientitos tiene problemas. Al llamar para ver si la doctora podía volver a verlo me dieron cita y me informan que había que pagar privado nuevamente. Le pregunté a la secretaria el porqué, si ellos aceptaban reforma. Ella indica que no le tocaba la consulta, que por esa razón la reforma no cubría los gastos.
Para mí fue una gran sorpresa en saber que cada vez que necesitara visitar de emergencia al dentista tendría que pagar privado. Fue algo chocante e incómodo. La realidad es que hay que buscar de donde uno no tiene para cubrir los gastos. Muchas personas deben dejar de pagar sus facturas de luz, agua y renta para estas situaciones. Ocasionando una crisis mucho más grande que la que había.
Recuerdo cuando estaba embarazada, conocí futuras madres al igual que yo. Sus ginecólocos les cobraban hasta $80.00 la consulta mensual siendo ellas pacientes de Reforma. Recuerdo que algunas se quejaban porque en varios laboratorios no les aceptaban su plan médico y muchos de sus laboratorios fueron costosos.
Pienso en esto y me pregunto que más oprimidos estaremos. Las personas que no consigen empleos se las buscan como puedan, pero el dinero no les alcanza para mucho. Al ver tanta escases las listas en los residenciales públicos se llenan, las de sección 8, cada vez son más los participantes del programa PAN. La competitividad para una posición de empleo es fuerte, ya que asisten como 30 personas para un solo puesto. Todo esto nos está llevando a que cada vez la isla se vacíe más. En fin, volviendo al tema del plan de salud del gobierno,
Entiendo que si no les están pagando, derecho tienen para cobrar la consulta privada, aunque sea injusto para el paciente. Pero de ser así, ¿el plan de salud del gobierno dejó de funcionar y no nos han dicho nada?
Todos sabemos que estamos en crisis, que en nuestro amado Puerto Rico las cosas no marchan bien. Pero es algo humillante pasar por estas situaciones.
Me imagino los insultos que las secretarias reciben constantemente de personas que se les indica que su plan no les cubre las visitas médicas. Aquí todos perdemos. Creo que es tiempo de que el gobierno actúe e investigue si se les está pagando a los proveedores o no. ¿Qué las aceguradoras hacen con el dinero que el gobierno de Puerto Rico les da?
Si el caso es que el dinero no es suficiente, ¿porqué no reestructuran el sistema de salud para que las cosas comiencen a marchar? Me desespera saber que un paciente con problemas crónicos no pueda ser atendido por falta de dinero. O en el peor de los casos, que las muertes en pacientes sea mayor por la falta de atención.
Es momento de actuar a favor del pueblo y buscar alternativas.
Categorías:Análisis, Vegabajeñismo
Sr. Rosario, soy hijo de Julio Perez Muñiz y Blanca Sotomayor de Perez, los antiguos dueños de la Muebleria El Encanto. Creci en Vega Baja, de donde guardo bellos recuerdos.Quisiera saber si aun guarda fotos o negativos de mi familia.
Atentamente,
Julio G. Perez Sotomayor