Mi hermana me comentó el sábado que le gustaría poder ver a Raymond cuando llegara a Vega Baja, aunque fuera desde una esquina por lo débil que se sentía su cuerpo por el efecto de las quimioterapias recibidas. Me decía: “Si Raymond me pudiera ver, para abrazarlo y agradecerle todo lo que hace por los pacientes de cáncer.” Gracias a Dios su deseo fue cumplido y en una forma tan emotiva que me hizo derramar lágrimas. El abrazo de Raymond y la expresión de dolor que mostraba su cara me conmovieron, pero al mismo era como si le dijera: “No estás sola, porque Dios está contigo en esta batalla”. Se que mi hermana recordará cada segundo de este encuentro incluyendo el abrazo, sus miradas, cuando él le coloca un rosario en el cuello y hasta el ‘selfie’ que se tomaron. Gracias Raymond por todo lo que haces por los pacientes de cáncer y por ser un modelo positivo a seguir.

La verdad que son ciertas las palabras del niño Jandyel Rivera Santiago cuando te dijo: “El manto de Cristo está contigo”.

Este tramo salió desde el Coliseo José “Pepe” Huyke de Morovis hasta llegar a las instalaciones de Manejo de Emergencias en el casco urbano (Antiguo Centro de Salud de Vega Baja).