Hace 70 años, la boda de mis padres…

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

El seis de enero de 1951, hace 70 años, mis padres Thomas Rosario Flores (Jimmy) y Carmen Obdulia Martínez González (Yuya) se casaron en la Iglesia Santa María Virgen del Rosario de Vega Baja.

Como asuntos curiosos que pasaron en esa boda, en primer lugar, después de haberse comprometido la pareja, decidieron casarse por la religión católica pese a que mi madre provenía de una familia prominentemente evangélica, siendo sus abuelos Ramón Martínez Martínez y Carmen Antolina Torres Guerrero, cofundadores de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Vega Baja. Como consecuencia, hubo que solicitar una dispensa al Obispo de Ponce para que se pudiera oficiar la ceremonia de casamiento. Por la fe de mi madre, tuvieron que mantener distancia del altar.

El párroco, sin embargo, era el cura Benito Cabrera, quien a pesar de las diferencias religiosas, era amigo de mi abuelo, José B. Martínez Torres (Pipo). El padre Cabrera, quien eventualmente colgó sus hábitos y se casó, fue profesor universitario de muchos vegabajeños. En la boda de mis padres, tomó la cámara de mi padre y les tomó retratos. Luego los invitó a un agasajo en la Casa Parroquial y les regaló diez dólares.

La recepción de la boda fue en la casa de la familia Martínez, en la Calle Baldorioty. Allí mi padre había comenzado su interés amoroso oficial con una serenata, la cual produjo la única foto que conocemos de una serenata en nuestro pueblo y tal vez en Puerto Rico. Esa foto la hizo poniendo su cámara en tiempo aplazado para l poder tener tiempo de acomodarse y salir en la foto.

En la casa de mis abuelos, el bizcocho fue un regalo de Ana Miranda Lafaye, esposa de Enrique Torres Concepción, padres de Anilda y Liliana Torres Miranda. Posteriormente, Anilda y su esposo Raúl López Avilé se convirtieron en compadres y nosotros amigos eternos y constantes de sus hijos.

Las fotos tomadas en la recepción fueron tomadas por mi abuelo Esteban Rosario Cordero.

Es mucha la historia que juntos han recorrido desde que se casaron. Su noviazgo fue corto porque mi madre era huérfana de madre y mi abuelo era muy estricto. Urgió a mi padre que solo autorizaba una relación corta y bajo la supervisión de mi bisabuela. El primer beso se lo dieron después que contrajeron matrimonio.

Pronto mis padres se convirtieron en comerciantes y mi madre era la fotógrafa (quizás la primera de nuestro pueblo) cuando mi padre no estaba presente. En su tiempo se dedicaron a la fotografía profesional pero también tuvieron una tienda de discos, postales, flores, juguetes, instrumentos musicales y muchos productos más…!hasta guantes de mondar papas! Siempre estaban presentes en actividades sociales, políticas, cooperativistas y del sector comunal donde vivimos, Montecarlo.

Su luna de miel fue en el Hotel Guajataca. Los llevó el porteador público Amador Maldonado. Por mala suerte, se les quedó su parte del bizcocho en el automóvil y no lo pudieron disfrutar como habían pensado. Pero han disfrutado de su presencia mutua por siete décadas, ejemplo de amor, tolerancia y adaptación a los nuevos tiempos.



Categorías:Vegabajeñismo

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