Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

He visto, con mucha satisfacción, que los historiadores locales están aprovechando la pandemia para desarrollar y publicar historias interesantes. Y cuando escribo sobre historiadores locales no son solamente los conocidos, sino también por aquellos que por afición transitoria se encuentran con el arte de historiar. Toda historia es importante, no importa de donde venga.

La Revista Vega Baja, aunque la he criticado anteriormente principalmente por no ser inclusiva, publicó un tercer número de diversidad y buenos temas y destrezas. Incluyó el ensayo, la poesía y la información. La triste noticia para los vegabajeños es la partida por retiro del amigo Wilhelm Hernández, quien fungía como organizador del contenido. En su tercera edición ha superado con creces expresiones subjetivas subliminares, temas y colores políticos e información incorrecta o incompleta. Una próxima edición será para honrar la aportación del insigne puertorriqueño Ricardo Alegría y su relación con nuestra municipalidad.

De hecho, el Gobierno Municipal patrocinó y tiene en su espacio cibernético una producción que ha sido incorporada a la Jornada Centenario de Ricardo Alegría, adelantándose a otros pueblos de Puerto Rico en la celebración de tan importante efemérides.

https://www.youtube.com/watch?v=pG9a6GOyo4k&feature=youtu.be

Otro trabajo que merece nuestro respeto y recomendación de lectura y conservación es Asterio Santos Portalatín («Tello»), Elegía de un Patriarca, del Dr. Jose Luis Colón González, en la que retrata desde el punto de vista de realismo histórico a nuestro recién fallecido amigo y servidor público. (Accedalo aquí).

Mañana reseñaremos brevemente otras obras interesantes y fundamentales para nuestro pueblo del punto de vista histórico y cultural. La pandemia nos ha encerrado, nos ha puesto a producir y a contar historias de Vega Baja.

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