Por Adrián Santos Tirado

Escritor vegabajeño, fue Director de la Revista Escuela del Departamento de Instrucción Pública

Cuando escuchamos la canción o villancico Noche de Paz que aparece más adelante, nos da la sensación de que esta conocida creación artística y religiosa ha existido desde el comienzo mismo de la Navidad.

Mas aun, que es una cristalina resonancia de profecías  milenarias, de palabras en distancias y aguardares; «Y había pastores en la misma tierra que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado»,  leemos en San Lucas 2:8.Pasaje bíblico que nos sugiere una noche despejada, apacible. Noche donde se anuncia el sosiego profundo y verdadero que tanto buscó y deseó encontrar la humanidad entera a través de los siglos. Noche que culmina el largo vagar errante por la densa niebla  del existir sin redención. Noche final y punto de partida para la aurora de la eternidad iluminada. Noche filtrada en nitideces, en blandas claridades que despejan las ancestrales sombras que rondaban el alma.

«Noche de amor», porque desde  la humilde cuna de pajas se irradiaba a todos los confines del Universo la fuerza que redime y unifica como ninguna otra en el mundo: el Amor. Noche musicalmente orquestada «oye humilde el bien pastor coros celestes que anuncian salud» y bajo el clamor del firmamento un «astro de eterno fulgor» anunciando la Buena Nueva. Por eso la canción Noche de Paz nos parece !tan de siempre!

Sin embargo, veamos cómo surgió: según cuenta la leyenda, en un pueblito austriaco llamado Orbendorf, situado entre frías montañas, una noche de diciembre caminaban por a calle dos amigos. Iban tristes y meditabundos. Uno era el Padre Josef Mohr y Xavier Gruger, que también tocaba el órgano en la iglesia del pueblo. Lo que tanto les preocupaba era que el órgano,  !tan necesario en esta época!, había quedado inutilizado por causa de los ratones.

La noche era fría, nebulosa y con fuertes ventiscas. Pero qué sucede…Que de pronto todo parece quedarse en calma. Aparece en lo alto un cielo limpio y estrellado. La nieve relumbra en los prados tranquilos. Todo parece llenarse de nuevas claridades, Entonces impresionado por el magnífico y súbito esplendor que había adquirido la noche, el Padre Mohr exclamaban en voz alta: !Ah, que hermosa noche de paz! !Todo duerme en derredor! A lo que Gruber, músico al fin, añadió: «!Hermosas palabras para componer una canción de Navidad»…   !Y ahí fue que brilló la chispa creadora!

Pasaron toda la noche en la casa de Gruber encantados en la creación de la letra y la melodía de la canción, acompañándose con una guitarra de doce cuerdas. 

Así fue como el día 24 dediciembre de 1818, en la Iglesia San Nicolás del pueblo de Obendorf, sus habitantes estrenaron por primera vez el que es hoy el más cantando himno de la Navidad: Noche de Paz.

Se dice que la canción gustó tanto y tan famosa se hizo en la localidad, que pronto pasó a otros pueblos cercanos.

Capilla Noche de paz en Orbendorf, Alemania, donde antes estuvo la Igloesia San Nicolás, donde se estrenó el himno.

Buena promoción le dio un fabricante de órganos que se apareció por Orbendorf a reparar el de la iglesia en 1830. Se aprendió la canción de memoria, llevándola luego a todos los lugares que visitaba por Austria y Alemania. Tan rápido fue su afecto a los más selectos repertorios musicales, que ya en 1831 lo cantaba un famoso coro de Tirol, provincia de Austria,en un festival celebrado en la ciudad de Leipzig, Alemania. Desde este punto partió hacia la gran conquista de los corazones cristianos nuestra hermosa canción.

Como sucede siempre en los casos en que las obras artísticas pasan a formar parte de la tradición de los pueblos, los autores de Noche de Paz murieron más tarde pobres y en el anonimato. En 1848 murió el Padre Mohr, y mas tarde, en 1863, el Profesor Gruber. La casa de este último se convirtió en un museo donde una de sus mayores atracciones es la guitarra de doce cuerdas con la cual se tocó el universal himno por primera vez.

Grandes inundaciones azotaron en 1902 el pueblito de Obrbendorf hasta hacerle casi desaparecer. Luego se construyó uno muy cerca del lugar. En el sitio donde se encontraba la Iglesia de San Nicolás, se construyó la capilla Noche de Paz, en 1835.

Así, con humildad, como todas las cosas grandes y de valía, como fue el Nacimiento que trajo la luz y la esperanza al mundo en aquella gran Noche de Paz; así surgió la canción que no podrá faltar nunca en todo corazón cristiano durante la jubilosa y espléndida época navideña.

Tomado del libro Navidad en Puerto Rico de Eduardo Colón Peña, publicado en 2000. El nombre del autor Adrián Santos Tirado lo llevará el Centro de Bellas Artes de Vega Baja, quien es literato e historiador de Vega Baja.

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