Por Elsa Tió
El funeral de El Caribe
Estuvo su cuerpo tres días en capilla ardiente, y el féretro se paseó por las calles del pueblo, y se detuvo en la cárcel, donde los presos entonaron una oración en su nombre, según narra el periódico El País en el 1896.
El Caribe, además de oficiar su labor de médico , le leía poesía a los presos.
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