Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Ayer fui notificado de que había un escalamiento en el edificio de mis padres en el pueblo. Inmediatamente salí para allá y en el camino llamé al 787-343-2020. Una dama en el cuartel de la Policía de Vega Baja a donde fue transferida la llamada me dió instrucciones para que estuviera frente al local, lo que hice. La persona al teléfono me pidió que no me enfrentara a los perpetradores, que esperara a los policías.

Como les había informado que los escaladores habían entrado por la parte de atrás del edificio, inmediatamente había tres vehículos oficiales cubriendo todas las posibles salidas en dos calles. Sólo hasta ese momento, fue que me preguntaron detalles.

Me sorprendió la eficiencia y rapidez conque me contestaron y actuaron. Hacía muchos años en que no veía una perfecta coordinación entre la persona que contestaba el teléfono en el cuartel y los policías. En ocasiones anteriores ni contestaban el teléfono porque no había personal disponible y los policías, sin recursos para moverse o con múltiples querella para atender, no podían hacer una labor eficiente para cumplir sus responsabilidades. Lamento no haber podido retener sus nombres porque luego de la intervención tuvieron que irse para atender otras querellas.

En el local había señales de que había sido escalado nuevamente. Una puerta rota, candados picados, archivos abiertos y otras puertas forzadas, además del mucho reguero de documentos y libros que tenemos. Anteriormente habían robado los cables de corriente y el sistema de tubería agua. Parece que hubo tiempo suficiente para que el o los escaladores se fueran antes de ser intervenidos.

Nuestro agradecimiento a los policías que trabajaron este llamado. Vimos unos policías comprometidos, responsables y bien preparados para atender el asunto.

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