Por Julio Meléndez (1)
(Introducción al poemario Poesía Sentimental, 1987)
Todo quehacer poético es una “Faena Intima”, un “Decir Infinito”. Si no se alcanza esa categoría se podrá lindar por los predios del verso. Pero nunca cobijarse bajo el palio de la poesía. Poesía es toda connotación expresiva que revele una postura anímica del poeta. Por consiguiente, cada poeta es creador de su propia poesía. Habrá, pues, una temática universal compartida comunalmente. Pero cada poeta configura su expresión conforme a una personal e íntima percepción de la realidad.
Israel Cortés Ríos (Juaniquillo) (2) ha dado a la estampa su primera cosecha de versos. Juani es mas bien el juglar de la vida íntima vegabajeña. Todo un acontecer se transfigura por virtud de su verso sencillo, en una poesía que apela mas bien a los sentimientos antes que al intelecto. Es entonces que cobra sentido el título de este poemario: Poesía Sentimental. No hay en ella un patrón estrófico definido que pueda orientarnos hacia una determinada escuela literaria. Pero el tono de la misma nos indica que es una poesía romántica. No hay dudas al efecto. Es que Juani es poeta al natural sin los artificios alambicados que imponen las escuelas. Es solo una respuesta a un impulso emotivo que no sufre la elaboración preciosista del artífice de la poesía. Es poesía de emoción antes que de elaboración.
¿Cómo logra este poeta calar en nuestras emociones con tan marcada escasez de recursos? Nadie sabrá la respuesta. Hay poemas que son puramente coloquiales que sin embargo van arrastrando al lector a lo largo de toda la experiencia vital que los inspiró como si fueran un río manso sin murmullos. Ejemplo de ello es el poema Solo queda una lágrima donde aparece una novedosa personificación y son las lágrimas quienes lloran:
Cuando lloran dos lágrimas
se nublan las estrellas
las nubes se entristecen
y la luna las mira
con nostalgia…
Cuando lloran dos lágrimas
parece que se ha muerto
en el silencio
la última esperanza.
Los teóricos de la poesía afirmarán que la sinceridad es la muerte de la poesía. Pero para mí, uno de los méritos mayores de este libro es la sinceridad con que el autor presenta el tema de la amistad. Es entonces que tenemos que volver atrás para confesar que la poesía es algo que no puede desligarse del hombre. Tengo la impresión de que si alguien pusiera la palabra enemigo en los labios de este poeta, preguntaría ingenuamente por su significado. Juani es el amigo de todo un pueblo y la poesía que dedica a varios de sus amigos es la forma elegante y fina de decirle a todos y a cada uno de ellos !Gracias por tu amistad!
Me atrevo especular que si fuera un conocedor de toda la retórica que suponemos sea consustancial la poesía, jamás hubiera escrito estos versos:
Dime
Dime si la rosa blanca
que llevas en tu cabellera
fuera de la enredadera
que sembraste en mi alma.
Es una poesía fresca. Como las gotas del rocío antes del alba que aun no ha comenzado a matizarse con la primera luz mañanera. Nos la entrega Juani como materia prima sin que sea degenerada por eses elucubraciones sofisticadas con que los poetas suelen desfigurar la poesía.
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(Publicado originalmente en Poesía Sentimental en 1987, luego en Enciclopedia Vegabajeña en las ediciones de el 19 de marzo de 2019 y 3 de enero de 2020)
(1) Julio Meléndez falleció en 2015 a los 91 años de edad.
(2) Israel Cortés Ríos (Juaniquillo) nació en 1929 y falleció hace varios años. Su biografía aparece escrita por el Lcdo. Antonio E. Arraiza en el libro de referencia Poesía Sentimental.
(Notas al pie de la página por Thomas Jimmy Rosario Martínez)

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Es hermoso yo lo conservo.